Hoy te quiero compartir una gran historia la cual deja una lección muy valiosa para tu vida, muchas veces pensamos que solo podemos hacerlo todo pero en está ocasión se demuestra, que con la ayuda de la experiencia de otro te puede ser mas fácil llegar a tu meta u objetivo.

En una ocasión un hombre de treinta y cinco años de edad decidió emprender camino, caminaba y caminaba solo para despejar la mente del estrés laboral, iba tan envuelto en sus propios pensamientos que no llegó a percatarse de la ruta, ya no era la que el comúnmente acostumbraba a transitar, cuando reacciono se dio cuenta que el camino estaba totalmente solo.

No veía ni edificios, ni casas, ni árboles, tampoco arbustos, para decir fácilmente «Me encuentro en una ciudad, en un pueblo, o en un bosque» Lo único que llegaba a concretar era que se cruzaba una y otra vez con caminos vacíos, sin gente y paredes de color gris.

Luego de encontrarse perdido entre el mismo tipo de caminos ya antes mencionado en un promedio de diez a quince minutos, comenzó a visualizar a lo lejos algo que parecía ser otra persona, y acertadamente lo era, al irse acercando poco a poco pudo observar que se trataba de un señor, probablemente con el doble de su edad.

El señor era de tez y piel morena, probablemente había pasado días en el sol, y de contextura algo delgada, lo que hacia pensar que tal vez no se alimentaba muy bien, el joven de 35 años de edad sintió una alegría muy grande en su corazón, al poderse encontrar con otra persona luego de largos minutos de angustia.

Antes de llegar a el comenzó a gritarle «Señor! Señor! Usted puede ayudarme! Por favor dígame como hago para salir de este laberinto.»

El señor esperó hasta encontrarse cara a cara con el joven, para luego responder: Yo no te puedo decir cual es el camino para salir de aquí, ya que llevo tres semanas buscandolo y nada que doy con el.

El joven bajó la mirada en señal de decepción, y continuó diciendo «Está bien lo comprendo.»

A lo que el anciano agregó: Pero te puedo decir todos los caminos por los cuales no debes pasar, ya que yo los transite y no conducen a ningún destino, el joven acepto y juntos decidieron seguir buscando la salida de ese laberinto.

El señor anciano inmediatamente se convirtió en una ayuda garantizada para el joven, acortando tres tediosas semanas de prueba y error, asegurando que el joven consiguió la salida correcta en un tiempo más corto, que el anciano.

Para eso los emprendedores necesitamos a un mentor, que nos ayude a llegar más rápido a nuestro objetivo, y si se especializa en nuestra área mucho mejor, por ejemplo en una orquesta el directo trata de ayudar a todos por igual, pero quiera o no siempre podrá ayudar más al instrumento al que el se allá dedicado, sea el violín, la trompeta, el contrabajo etc.

Todos los instrumentos hacen música pero su especificación siempre estará en uno fijo ya que sus bases están fijadas en esa rama, en internet también nos podemos encontrar con muchas ramas y especificaciones, si nuestro mentor es profesional en el área que queremos conocer o especificarnos nos podrá brindar mucha mas ayuda.

En este artículo te he estado hablando sobre La Historia de los 2 Hombres en el Laberinto (El Valor que Tiene un Mentor).

Porque no Podemos Detenernos Hasta Llegar a Cumplir Nuestro Sueño Tienes una invitación

Seguidamente te digo que si te place ver testimonios de la vida real de personas que dejaron atrás el miedo y se decidieron a ganar dinero, le des clic al siguiente enlace, si te ha gustado este artículo te invito a que lo compartas con tus amigos, familiares y conocidos, te aseguro que estarán agradecidos contigo de por vida.

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Tu amigo Joel Molina

Y Melany Molina

Joel Molina
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