Desde que éramos pequeños siempre los adultos se encargaron de pasarnos y enseñarnos sus creencias, basadas en la sociedad, en las religiones, en las creencias que sus padres le traspasaron a ellos.

Esto no nos dejó pensar por nosotros mismos, nos obligó a pensar como pensaban los demás, ya que como si fuéramos un cachorro nos adiestraron.

Si hacías cosas buenas, papi y mami te daban una recompensa, si hacías cosas malas recibías algún tipo de castigo, por ello hacíamos lo que los demás querían, por miedo a ser castigados, o simplemente por miedo a no obtener la recompensa.

Dejamos de soñar, porque esos sueños a los adultos se les hacían ridículos, cuando llegamos a una edad donde ya podíamos pensar por nosotros mismos, tratamos de revelarnos contra el sistema, pero éramos muy chicos y los adultos eran los fuertes.

Así que aunque no nos gustara seguir sus normas, las seguíamos a regañadientes, hasta que dejamos de luchar porque nos dimos cuenta que era un caso perdido, no ganábamos nada tratando de hacer nos entendieran, nos escucharan y mucho menos que nos comprendieran, nos rendimos.

Subimos una banderita blanca la cual no significaba justamente que dejábamos de pensar distinto, esa banderita blanca significaba «quiero estar en tregua contigo, por ello callaré mis ideales».

Siempre nos decían que no a todo, y con el paso del tiempo nos acostumbramos a ese ¡No hagas eso!, ¡No tienes permiso de hacer lo otro!, ¡No te juntes con fulanito o sutanito!.

Cuando ya alcanzamos la edad de tomar decisiones propias esos «No» que tanto nos repetían quedaron anclados en nuestra mente subconsciente, ella es la que hoy en día nos dicta que, no somos capaces de hacer o decir algo.

Entonces ocurre, quieres comprarte una casa, pero mejor no lo haces porque comienzas a pensar en todo lo que tienes que hacer para mantenerla y no tienes esos recursos, lo mismo con un vehículo.

La cuestión es que si tu tienes deseo de avanzar puedes hacerlo, si quieres tener éxito eres capaz, solo que probablemente nadie te lo haya dicho.

Todas las cosas que te han hecho creer desde pequeño, no son más que paradigmas sociales, los cuales puedes romper creyendo en ti mismo, y entendiendo que los límites en realidad no existen, están dentro de nuestra cabeza, no son cosas reales.

Somos tanto libres como capaces de lograr las cosas que nos proponemos, esas limitaciones que nos pintaron desde niños son ficticias, es como el elefante del zoológico, de pequeño lo ataron a un grillete y no lo podía romper, cuando creció solo está amarrado a una soga pero no se escapa porque no sabe que es capaz de romperlo.

En este artículo te he estado hablando sobre Cómo Romper los Paradigmas que nos Enseñaron Desde Niños.

Quiero que hagas una pausa, y que analices muy bien la información que acabas de leer.

Déjame preguntarte algo ¿Quieres seguir teniendo la misma vida que llevas por años, una vida que no te hace feliz? o ¿Quieres ponerte retos y comenzar a ver una vida llena de éxito y triunfo asegurado?

Si tu respuesta es la segunda opción, ahora mismo estoy creando un grupo de whatsApp donde te estaré regalando mucho contenido, personalmente mi intención es ayudarte a crecer y a mejorar tu estatus financiero, ingresar a él es GRATIS.*😉🙏

Puedes hacerlo dando clic en este enlace:👇
https://joelmolina.com/inversionistas 👈

Tu Amigo y Coach de Liderazgo Joel Molina

Y Melany Molina

Joel Molina
  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn
  • reddit
  • Tumblr
  • Pinterest

Pin It on Pinterest